Renan Calheiros consiguió 56 votos, pese a una investigación en su contra. Ahora es la tercera persona más poderosa del país
Crédito foto: AFP
El legislador brasileño Renan Calheiros, aliado del Gobierno y acusado por la Fiscalía de corrupción, fue elegido este viernes presidente del Senado por dos años.
Calheiros, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que conforma la coalición de Gobierno, ocupa ahora el tercer cargo del país, detrás de lapresidente Dilma Rousseff y su vicepresidente, Michel Temer.
El senador fue elegido con 56 votos secretos, contra 18 para su rival Pedro Taques, apoyado por un grupo de partidos de oposición, informó la Cámara alta.
Calheiros, de 57 años, ya había ocupado la jefatura del Congreso en 2005, perodebió renunciar dos años después presionado por denuncias de irregularidades.
"Ejerceré la presidencia del Senado con diálogo, equilibrio, transparencia", afirmó el político en su primer discurso en el nuevo cargo.
La Fiscalía acusó recientemente a Calheiros ante el Supremo Tribunal Federal depeculado, falsedad ideológica y uso de documentos falsos, delitos pasibles todos de prisión.
El senador fue investigado después de que se conoció que una constructora pagaba la pensión y vivienda de su ex amante, con quien tuvo una hija.
Simultáneamente, la constructora recibía recursos públicos aprobados por el senador para una obra, según la denuncia de la Fiscalía divulgada por la revista Época.
Calheiros aseguró que el dinero que recibía su ex amante salía de su bolsillo ypresentó como prueba presuntos documentos falsos, según el fiscal general, Roberto Gurgel.
En un reciente mensaje a la prensa, el legislador consideró que las denuncias son políticas.
Esta semana varias ONG de lucha contra la corrupción protestaron por su nominación y recolectaron más de 200.000 firmas en su contra.
"Expresaremos nuestro luto, cubriendo la explanada (de los ministerios) de negro", afirmó Antonio Costa, fundador de la organización Río de Paz.
Calheiros "fue elegido con el apoyo del Gobierno, que de esa forma cumple su parte del acuerdo con su principal aliado", dijo a la AFP Carlos Almeida, politólogo delInstituto Análisis de San Pablo.
Y con esta decisión el Parlamento "está enviando la señal de que fue incapaz de renovarse y sigue preso en prácticas comunes en Brasil como el intercambio de favores entre políticos", agregó.
Por su lado, observó, "la sociedad puede seguir presionando", pero el Senado tomará sus decisiones en función a sus propias lógicas.
"Mientras haya empleo, la economía esté bien, ninguno de estos casos va a afectar al Gobierno ni política ni electoralmente", añadió.
Rousseff, quien llegó a la mitad de su mandato de cuatro años, gobierna con una base aliada de ocho partidos encabezados por el Partido de los Trabajadores (PT, de izquierda).
Ningún partido en Brasil está en condiciones de armar por sí solo una mayoría.
Fuente: AFP
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